En Neiva una mujer interrumpió la misa que se realizaba en la Parroquia Santa Marta de esa ciudad alegando y demostrando claramente su descontento por el ruido generado en la zona.
La eucaristía habría comenzado a las 5 de la mañana, y al parecer el ruido generado en el lugar provocó que la mujer saliera de su casa y expresara su malestar ante los sacerdotes.
La mujer afirmaba que no le permitían dormir escuchando villancicos y que tenía que trabajar desde las 7 de la mañana, por lo que pidió al sacerdote y a los residentes que mantuvieran el ruido bajo porque era extremadamente alto.
Esta situación provocó conmoción entre los feligreses y el sacerdote, los cuales no esperaban que algo así fuera a pasar durante la misa.
El disturbio motivó la intervención de las autoridades locales, principalmente la policía. La mujer fue apartada del lugar para entrevistarla y calmar la situación.