La masacre ocurrió a orillas de la quebrada Llanogrande de la vereda la isla ubicada en límites entre Manizales y Neira. Allí las autoridades fueron alertadas por pobladores quienes oyeron varios disparos y por dos hombres que escaparon con vida del lugar.
Las víctimas vivían en Manizales y trabajaban en en la discoteca Joy Night Club, ubicada por la Avenida Centenario, cerca de la Plaza de Toros. Se trata de: Eliécer Bravo y Óscar Zuluaga Vargas empleados del lugar, Didier Vargas propietario del establecimiento y dos mujeres identificadas como Laura Vanesa Ramírez y Juliana Arias Trejos.
Vecinos del sector manifestaron que es la primera vez que sucede un hecho de violencia como este en la zona. Al parecer los móviles del múltiple asesinato estarían relacionados con un ajuste de cuentas por el dominio del microtráfico en un céntrico sector de la capital de Caldas.
En el mismo lugar fue hallada una persona herida, la cual fue trasladada a un centro asistencial de Manizales, donde es atendida por el cuerpo médico.
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