La brutal agresión de los perros contra el pequeño ocurrió en el sector conocido como El Cable, área rural ubicada al norte de Bucaramanga.
El menor se encontraba en ese lugar buscando limones con un tío, que se detuvo un momento a beber agua. El pequeño se adelantó unos metros y entre unos matorrales, fue blanco del ataque de un grupo de cuatro caninos que recorrían la zona.
Los familiares afirman que escucharon los ladridos constantes de los perros, por lo que decidieron salir y verificar qué había pasado, en ese momento encontraron al menor en el suelo sin signos vitales y con varias mordeduras de perros.
Al parecer, los canes pertenecen a una persona que vive en el sector y ya está bajo la custodia de las autoridades para responder por este caso. Habitantes de la zona y los familiares del menor aseguraron que habían denunciado el peligro que generaban estos caninos de raza peligrosa, sueltos en la zona.
“El sujeto está en la estación y será presentado ante la Fiscalía General de la Nación para hacer los procesos que correspondan para determinar las responsabilidades a que haya lugar”, manifestó el coronel Juan Andrés Guzmán, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Los perros aún no han sido hallados por las autoridades y están siendo buscados entre la vegetación por la Policía Ambiental y funcionarios del Centro de Bienestar Animal con ayuda de redes y diferentes elementos.