El primer caso se registró en Bucaramanga, sobre el sector conocido como Cabecera, cuando un agente de tránsito detuvo en una concurrida avenida a un motociclista que al parecer había cometido una infracción.
El funcionario público, ante la amenaza de fuga, sostenía la motocicleta del presunto infractor, pero tras algunos minutos de discusión entre ambos, fue tirado de su moto por parte de otro motociclista que trataba de ayudarlo de ser sancionado.
“Uno de nuestros agentes cumplía con su función legal de requerir a un motociclista dedicado al transporte ilegal y que en ese momento movilizaba a una persona sin casco de protección. Al ser requerido, opuso resistencia y argumentó no poseer la documentación en regla”, escribió Carlos Bueno, director de Tránsito en Bucaramanga.
En el segundo caso, una mujer agredió con golpes a un agente de tránsito que realizaba un operativo de control vial en la glorieta del barrio San Francisco, en el norte de Bucaramanga.
“Se da la captura de un ciudadano que, al ser notificado de la inmovilización de su motocicleta, intenta evitar el procedimiento ofreciendo dinero al agente de tránsito y se captura por el delito de cohecho”, indicó el capitán Marvin Ángulo, miembro de la Policía de Bucaramanga.
El tercer caso de agresión se registró en Piedecuesta, donde el conductor de un carro empujó al agente para tratar de escapar de una sanción.